MUSEO
El actual Museo del Prado es uno de los edificios con los que se adornó, en el reinado de Carlos III, el que se llamó primero Salón del Prado y luego Paseo. Con ese Salón del Prado, desde Cibeles a Atocha, concebido como una operación urbanística de altos vuelos, pretendió el rey, "el mejor alcalde de Madrid", también llamado "el rey albañil", dotar a la capital de sus reinos de un espacio de categoría urbana y monumental al modo de los que sí abundaban en las capitales de otros reinos europeos. El Madrid en el que él había nacido, poco había mejorado cuando a él regresó para ser rey luego de serlo de Nápoles. Madrid era todavía aquel poblachón manchego que, convertido repentinamente en capital de las Españas por obra y gracia de FelipeII, había crecido precipitadamente y de un modo desordenado y poco consistente.
El Museo, que se creó como museo de pintura y escultura, tiene también
colecciones importantes de dibujos (más de cinco mil), grabados (dos mil),
monedas y medallas (cerca de mil), y casi dos mil piezas de artes suntuarias o
decorativas. La Escultura a su vez está representada por más de setecientas
piezas y por una cantidad menor de fragmentos escultóricos.
Pero la colección de pintura con su enorme riqueza, en
cantidad (ocho mil seiscientas pinturas) y en calidad, ha oscurecido la
importancia de las otras colecciones. Aún así, dada la endémica limitación de
espacio, el Prado sólo puede exhibir, en sus dos sedes, la más rica selección
posible de sus pinturas (una séptima parte aproximadamente) y de sus esculturas;
y aún éstas lo están con un criterio decorativo, al igual que algunas piezas de
mobiliario y artes suntuarias (salvo la exhibición completa, y como conjunto
ordenado, de El Tesoro del Delfín).
Los fondos de la colección de pinturas se articulan en tres
conjuntos fundamentales: las pinturas que proceden de las colecciones reales
(poco más de tres mil), las que aportó la fusión con el Museo de la Trinidad
(que rebasan ligeramente las dos mil) y el fondo llamado de Nuevas Adquisiciones
(más de tres mil quinientas) que es el bloque vivo en el que se asientan desde
las primeras adquisiciones que realizaron ya museos como el del Prado y el de la
Trinidad mientras existió, hasta los últimos ingresos. Estas adquisiciones han
venido siendo por compra, por donaciones y legados, y también por suscripciones
públicas.
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El
Museo del Prado presenta en esta muestra una de las pinturas más
importantes del boloñés Annibale Carracci (Bolonia, 1560 -- Roma, 1609)
tras su restauración.
Venus, Adonis y Cupido
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Plano
MUSEO
DEL PRADO. EDIFICIO VILLANUEVA
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